Triclinium de Villa Carmiano, Gragnano, Nápoles |
“Quien desdeña la pintura, delinque contra la verdad, delinque también contra toda esa sabiduría que debemos a los poetas —ya que poetas y pintores contribuyen por igual a nuestro conocimiento de las gestas y del aspecto de los héroes— y desdeña la proporción, gracias a cuyo ejercicio el arte participa de la razón. Para el que quiera una definición sabia, es menester decir que la pintura es invento de los dioses a partir de los distintos aspectos de la tierra, aquellos que las Horas dibujan en los prados, o también los que se producen en el cielo; ahora bien, si queremos verificar científicamente el origen del arte de la pintura, diremos que la representación de algo es un descubrimiento antiquísimo y muy afín a la misma naturaleza; unos hombres sabios la inventaron y la llamaron, unas veces pintura, otras, representación plástica.” (Filostrato Descripciones de Cuadros, I, 0)
El gusto romano por la pintura empezó originalmente con la conquista de Grecia cuando los generales y funcionarios romanos trajeron a Roma las obras de arte que bien expoliaron o compraron a los griegos."El dictador César compró, por ochenta (talentos), dos tablas de Timómaco, Medea y Áyax, para consagrarlas en el templo de Venus Generadora." (Plinio, Historia Natural, VII, 38)
Medea. Augusteo de Herculano |
"Había
una lucha ecuestre del rey Agátocles magníficamente pintada en tablas. Con este
tipo de tablas estaban revestidas las paredes interiores del templo. Nada había
más famoso que esta pintura, nada en Siracusa que se juzgase más digno de
visitarse. Marco Marcelo, aunque su victoria había convertido en profano todo
aquello, no tocó estas tablas, impedido por un escrúpulo religioso. Ése
(Verres), aunque por la paz duradera y la fidelidad del pueblo siracusano,
había recibido aquello ya con carácter sagrado, se llevó todas las tablas; las
paredes, cuyo ornato había permanecido tantos siglos, escapado a tantas
guerras, las dejó desnudas y deformes." (Cicerón, Contra Verres, Discurso IV, 55)
Un ejemplo famoso es el de la Afrodita Anadyomene que se trajo Augusto desde Cos para colgarla en el Templo de César en el Foro Romano. Realizada por Apelles, el pintor de corte de Alejandro Magno, hizo su viaje hasta Roma para poner de manifiesto el linaje divino de César y su heredero.
"Su
Venus naciendo del mar, conocida como Venus Anadyomene, fue consagrada por el
difunto emperador augusto en el templo de su padre César; una obra que se ha
celebrado en versos griegos, los cuales, aunque han sobrevivido a su pérdida,
han perpetuado su fama." (Plinio,
Historia Natural, XXXV, 95)
Venus Anadyomene, Casa del príncipe de Nápoles, Pompeya |
Los edificios públicos romanos pronto se llenaron de obras pictóricas, ya fueran pintadas sobre tablas o sobre los muros, a la manera que se veían en las ciudades conquistadas de Grecia.
"En
realidad, la ciudad del Sol (Rodas) tiene una belleza adecuada a la divinidad.
Recorriendo los pórticos del templo de Dioniso examiné cada una de las
pinturas, disfrutando de su contemplación y rememorando los relatos heroicos." (Luciano, Amores, 8)
Un estudio de pintura romano. Pintura de Alma-Tadema |
Escenas con los amores de dioses y personajes mitológicos, hazañas de héroes y tragedias basadas en obras épicas y líricas se podían ver tanto en las paredes de los edificios griegos como romanos.
"Mientras
paseaba, pues, por el resto de la ciudad (Sidón) y examinaba los exvotos, veo
colgada una pintura con un paisaje a la vez de tierra y mar: el cuadro tenía
por tema Europa, el mar era el de Fenicia; la tierra, la de Sidón, En la tierra
había un prado y un corro de doncellas. En el mar nadaba un toro y sobre su
lomo iba sentada una hermosa joven que en dirección a Creta en el toro navegaba… El toro estaba pintado en medio del mar, montado sobre las olas,
alzándose como un cerro el oleaje donde la pata doblada del toro se curvaba… La joven estaba sentada en medio de su lomo, no a horcajadas,
sino de lado, con las dos piernas juntas sobre el flanco derecho... En torno al toro danzaban los delfines, jugueteaban Amores: se
hubiera dicho que incluso sus movimientos habían sido allí pintados." (Leucipa y Clitofonte, Aquiles Tacio,
I, 1)
Europa y Zeus convertido en toro. Pintura de la villa de Cicerón, Pompeya |
"En
los pórticos de mi casa de Túsculo me he construido unos rincones de lectura y
quisiera adornarlos con pinturas: es más, si hay algo de este tipo de
decoraciones que me guste es la pintura." (Cicerón, Cartas a Familiares, VII, 23)
“Las pinacotecas, las salas de bordar, los estudios de pintura,
se orientarán hacia el norte para que los colores mantengan sus propiedades
inalterables al trabajar con ellos, pues la luz en esta orientación es
constante y uniforme.” (Vitruvio,
De Arquitectura, L. VI, cap. 4)
Villa de Fabio Synistor. Boscoreale. Museo Metropolitan, Nueva York |
La pintura mural era una de las preferidas entre las múltiples creaciones artesanales empleadas por los decoradores pictóricos. Más allá de su indiscutible valor ornamental, las amplias superficies pictóricas cubiertas de imágenes y símbolos visuales proporcionan información notable para reconstruir los estilos de vida de la época, también para revelar la mentalidad y la imaginación de los antiguos propietarios de las viviendas, ya que estas pinturas comunican de una forma tan evocadora como la de las narraciones escritas o recitadas.
En una pintura de la Domus Áurea de Nerón se muestra el adiós de Andrómaca a su esposo Héctor durante la guerra de Troya y Plutarco relata un suceso que expresa la tristeza ante las despedidas por motivos bélicos en el que se hace referencia a un cuadro con ese mismo tema.
"Debiendo
Porcia regresar desde allí a Roma, quería ejecutarlo sin noticia de Bruto, por
la gran pena que le causaba; pero un cuadro le hizo traición y la descubrió en
medio de que era mujer de mucho espíritu, porque contenía un suceso griego que
era la despedida de Héctor, llevándose consigo Andrómaca el hijo, y quedándose
con los ojos fijos en aquel. La representación de este acto tan tierno le
arrancó a Porcia las lágrimas, y yéndosele todo el día en mirarle, prorrumpía en
sollozos; y como Acilio, uno de los amigos de Bruto, recitase aquellos versos
de Andrómaca a Héctor: Tú me eres, Héctor, padre y madre cara, y amado hermano,
y floreciente esposo, dijo sonriéndose
Bruto: “Pues en cuanto a mí, no cuadra replicar con lo que respondió Héctor: Tú
a las criadas de la rueca y telas la diaria tarea les reparte; porque si le
falta a Porcia el cuerpo para igualarnos en hechos de valor, en su ánimo se
sacrifica por la patria al par de nosotros”." (Plutarco, Vidas Paralelas, Bruto, XXIII)
Villa Farnesina. Museo Nacional Romano. Roma. Foto Samuel López |
En las viviendas de los libertos, había numerosas pinturas con variedad de imágenes, aunque presentaban menos destreza en su ejecución. El conjunto decorativo (que presentaba temas mitológicos fácilmente identificables) no solía formar un programa decorativo coherente, por lo que parece haberse diseñado únicamente para alardear de la posición social y económica conseguida por el propietario.
"Había,
en efecto, un mural que representaba un mercado de esclavos con sus respectivas
leyendas. También estaba representado el propio Trimalción - con largas melenas
de esclavo y con un caduceo en la mano - entrando en Roma de la mano de
Minerva. En otro plano se representaba cómo había aprendido a calcular y cómo
llegó más tarde a ser administrador. Un pintor detallista había descrito
minuciosamente toda su vida en cuidadas leyendas. En el extremo del pórtico se
veía como Mercurio levantaba a Trimalción por el mentón subiéndolo hacia un
estrado superior. A un lado estaba la Fortuna con el cuerno de la abundancia a
rebosar y, al otro, las tres parcas dando vueltas a sus husos de oro. (Petronio, Satiricón, 29)
Izda, Pan y ninfas. Centro, Europa sobre Zeus convertido en toro. Drcha, Hércules y Neso. Casa de Jasón, Pompeya |
“Penteo, hijo de Equión y Ágave, negó que Líber fuera un dios y no quiso aceptar sus misterios. Por este motivo su madre Ágave, enloquecida por Líber, en compañía de sus hermanas Ino y Autónoe, lo despedazó miembro a miembro.” (Higino, Fábulas, 184)
Penteo despedazado por su madre y tías. Casa de los Vettii, Pompeya |
Así sucede con Perseo, héroe que, a través de sus dilatados viajes en espacio y tiempo, lleva a cabo hazañas beneficiosas para los humanos, superando numerosos peligros con la ayuda siempre de los dioses y obteniendo, así, la inmortalidad. Este personaje mítico, aureolado por sus empresas victoriosas, pasa a integrarse, por su carácter alegórico de imagen benéfica, en los programas iconográficos de los lugares, en los que se representa, con un acusado simbolismo en relación a ideas de bienestar y de prosperidad. Al igual que con Medusa, a la que da muerte, se creía que alejaba el mal de ojo e infortunio.
"El
país es el de los etíopes; el de las sandalias aladas, Perseo; la que está
encadenada a la piedra, Andrómeda; la cabeza degollada es la de la
petrificadora Gorgona; el monstruo marino, la prueba de amor; la locuaz dicha
de una madre, la de Casiopea. Mientras ella libera de la roca sus pies,
entumecidos por la inactividad, su pretendiente engalana a la novia, es su
premio. (Antífilo de
Bizancio, Antología Palatina, Descripción de un cuadro de Perseo y Andrómeda)
Perseo acudiendo al rescate de Andrómeda. Villa de Agripa Póstumo. Boscotrescase. Museo Metropolitan, Nueva York |
Por el contrario, la imagen de Ariadna abandonada por Teseo, después de haberle prestado ayuda, tras haberse convertido él en un héroe al matar al Minotauro, podría llevar a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del ser humano y del amor. Ariadna es descubierta por Dionisos quien la convierte en su esposa. El resultado es el triunfo del amor sobre el egoísmo humano.
Tampoco
basta con mencionar las cualidades del artista en los detalles en que
cualquiera sobresaldría: cualquier pintor lo tiene fácil para hacer bella a
Ariadna, bello a Teseo; todo pintor o artista plástico es capaz de representar
a Dioniso en una de sus mil caracterizaciones, aunque sólo capte una parte
pequeña de ellas." (Filostrato,
Descripciones de cuadros, I, 15, 1-2)
Perseo y Andrómeda. Casa de Safo, Pompeya. Museo Arqueológico de Nápoles. Foto de Samuel López |
¿Y
qué, si obligase a Parrasios a pintar mezclando colores, a Apeles usando
colores únicos, a Nealce obras grandiosas, a Protógenes cosas diminutas, a
Nicias obras tenebrosas, o a Dionisio luminosas, a Eufranor temas licenciosos y
a Pausias composiciones austeras? (Frontón, Epístolas, 160)
"Pintó
también, en el templo de Diana en Éfeso, a Alejandro Magno con los rayos en la
mano, un cuadro por el que recibió veinte talentos de oro." (Plinio, Historia natural, XXXV, 95)
Alejandro Magno como Zeus, probable copia de un cuadro de Apeles. Casa de los Vettii, Pompeya |
“Si
no has visto la Venus de Apeles, mira a mi chica: ella tiene el mismo candor.”
(CIL IV, 1824)
Villa Farnesina, Museo Nacional Romano, Roma |
"Zeuxis y su contemporáneo Parrasio entraron en un concurso para determinar quién era el mejor artista. Cuando Zeuxis descubrió su pintura de las uvas, parecían tan reales que los pájaros volaron hasta ellas para picotearlas. Pero cuando Parrasios, cuya pintura estaba oculta tras una cortina, pidió a Zeuxis que la destapara, la cortina resultó ser una ilusión pintada. Parrasio ganó, y Zeuxis dijo: Yo he engañado a los pájaros, pero Parrasio ha engañado a Zeuxis.” (Plinio, Historia Natural, XXXV, 36)
Zeuxis contemplando su obra. pintura de J.G. Hiltensperger |
Pero los pintores artísticos romanos lejos de ser meros copistas destinados a repetir modelos iconográficos y literarios reconvirtieron hábilmente las tradiciones heredadas para crear sorprendentes y cautivadoras imágenes e ideas. Por ejemplo, Las Metamorfosis de Ovidio proporcionaron nuevos motivos que, sin tener tradición en el arte griego, se convirtieron en temas populares en las representaciones pictóricas de las casas romanas, como el tema de Píramo y Tisbe.
Izda, casa del Restaurante. Drcha, Casa de Octavio Quartius. Pompeya |
En cuanto a las múltiples referencias a la producción literaria que contenían las pinturas murales no se sabe si pueden atribuirse al vasto repertorio iconográfico que los pintores ofrecían a sus clientes o a una selección consciente, basada en una profunda y extensa cultura, por parte de éstos.
“La fuente dibuja la imagen de Narciso y el cuadro la fuente y todo lo referente a Narciso. Un muchacho que acaba de poner fin a su cacería está de pie junto a una fuente, arrastrado por el deseo de sí mismo y enamorado de su propia cara que, reluciente, se refleja, como ves, en el agua.” (Filostrato, Descripciones de cuadros, I, 23)
Narciso. Casa del Larario de Aquiles. Pompeya |
Algunos temas indican una serie de reproducciones extraídas de la tragedia y relacionadas con el mundo de la representación dramática, con gran variedad de detalles basados en la escenificación teatral. Entre los mitos populares estaba el relacionado con Ifigenia, como ejemplo del amor (pietas) ofrecido a los dioses.
"Cosas
hay que deben ocultarse, o a lo menos no deben ponerse a la vista, porque es
imposible pintarlas al vivo con toda su valentía. Así lo practicó Timantes de
Citna en aquella pintura, en la que aventajó a Colotes de Teo. Pues habiendo
pintado en el sacrificio de Ifigenia a Calcante triste, y más triste aún a
Ulises, apuró toda su habilidad en pintar la tristeza de Menelao, tío de
aquella princesa. Apurados ya los secretos del arte, y no encontrando ya modo
de expresar el sentimiento, cual correspondía, en el semblante del padre, le
cubrió con un velo, dejando a la consideración de los que lo mirasen, el
ponderar en su imaginación el dolor paternal." (Quintiliano, Instituciones Oratorias, II, 14)
Sacrificio de Ifigenia, Casa del Poeta Trágico, Pompeya |
"Algo similar podemos decir de la piedad de Pero, pues también ella alimentó como si fuera un bebé a su padre, Cimón, cuando éste sufrió una desgracia semejante a la anterior y fue encarcelado siendo ya anciano. Atónitos y asombrados se quedan los ojos de los hombres cuando ven la representación de esta escena y, admirados, ven renovado en la nueva imagen lo que sucedió en el pasado, al imaginarse que esas siluetas muertas son realmente cuerpos vivos y animados." (Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables, V, 4, Ejemplos extranjeros 1)
Pero y Cimón, Museo Arqueológico de Nápoles |
La Ilíada y la Odisea proporcionaron un amplio abanico de temas representados en los muros de las residencias romanas. Las amistades y rivalidades de los dioses y mortales implicados, junto a episodios épicos, suministraron motivos y personajes que se repitieron constantemente. La entrada del caballo dejado por los griegos en Troya o el destino de sus habitantes aparece con frecuencia en las pinturas murales.
Izda, caballo de Troya. Drcha, rapto de Casandra. Casa de Menandro, Pompeya |
“Éstas
son las cumbres que Baco prefirió a las colinas de Nisa, por este monte (el Vesubio plantado de vides) desplegaban hace poco sus danzas los sátiros, ésta es la
morada de Venus (Templo en Pompeya), más grata
para ella que Lacedemonia, aquí había un sitio famoso por el nombre de Hércules
(Herculano).” (Marcial, Epigramas,
IV, 44)
Baco y el Vesubio. Casa del Centenario, Pompeya |
Nacimiento de Venus. Casa de Venus en la concha. Pompeya. Foto de Samuel lópez |
Las paredes pintadas tenían, a menudo, como tema a Dionisos y sus compañeros, los sátiros y las ménades (Thyasos Dionysos): la alusión al amor y a los placeres evocados por esta deidad estaban en armonía con la elección de las imágenes mitológicas y las imágenes señalaban hacia un mundo de liberación y esparcimiento.
Dioniso y Ariadna con su cortejo de sátiros y ménades. Casa de Marco Lucrecio Fronto. Foto de Carlo Raso |
Izda, sátiro sorprendiendo a una ninfa. Drcha, sátiro abrazando una ménade. Museo Arqueológico de Nápoles |
La primacía de la imagen de Hércules en los espacios privados venía dictada por las motivaciones personales del cliente, que, en función de sus necesidades, buscaba ayuda, ejemplo o protección en la figura del héroe. Las residencias de la clase media, que se había vuelto más próspera, recurrieron especialmente a este héroe, cuando sus miembros sintieron la necesidad de poner su recién obtenido bienestar bajo los auspicios de Hércules, quien había conseguido realizar sus trabajos con éxito.
"Imaginemos
a Heracles preparado para la lucha; no debía de ser en nada diferente a como se
ha pintado aquí: vigoroso, hábil luchador a juzgar por la armonía de sus
proporciones. Sería más bien de talla gigantesca y de aspecto sobrehumano. Se
nota en el color de la sangre en su cuerpo y en sus venas, hinchadas como por
la tensión de su furia." (Filostrato,
Descripciones de cuadros, II, 21, 3)
Hércules luchando con el león de Nemea. Augusteo de Herculano |
Villa Farnesina. Museo Nacional Romano. Roma |
Además, los moradores de las viviendas se identificaban con las figuras divinas: por ejemplo, Marte representaba la valentía masculina y Venus la belleza femenina. Las pinturas que mostraban a esta pareja de dioses se convirtieron en una alegoría de la concordia, ya que el dios de la guerra se ve desarmado por la diosa del amor. Como la desnudez en los dioses no estaba mal vista, ambas deidades se representaban frecuentemente sin ropa en las distintas estancias de la domus, para deleite de sus moradores.
Venus y Marte. Casa de Meleagro, Pompeya. Museo Arqueológico de Nápoles |
Las escenas de amplio contenido erótico o sexual no solo decoraban los lugares destinados al placer corporal, como las termas, o los lupanares, sino que formaban parte de la ornamentación de cubicula y estancias dedicadas al descanso y al ocio.
"Pues,
así como en nuestras casas brillan las imágenes de los antepasados pintadas por
la mano de un artista, de la misma manera se puede encontrar en algún lugar una
tablilla que represente algunas posturas y figuras amorosas ; y así como el
hijo de Telamón está en una representación sedente expresando la cólera en su
rostro y una madre cruel lleva el crimen en sus ojos, así también aparece Venus
empapada de agua enjugando con los dedos sus húmedos cabellos y cubierta aún
con las aguas maternas." (Ovidio,
Tristes, II, 521)
Casa del Centenario, Pompeya. Foto Wolfgang Rieger |
Aunque las mujeres mortales no se muestran en las pinturas sin ropa por la moralidad y el pudor de la época, la mitología sí ofrecía miles de oportunidades para retratar el cuerpo femenino desnudo, especialmente, en momentos de seducción, como en el mito de Apolo y Dafne o en el de Leda y Zeus convertido en cisne.
Izda, Apolo y Dafne. Casa del Efebo, Pompeya. Drcha, Leda y Zeus metamorfoseado en cisne, Museo Arqueológico de Nápoles, foto de Samuel López |
No faltaban los temas referentes a las artes y la producción literaria y teatral. Las máscaras aparecían como adorno o como evocación de un estilo de vida que proporcionase tiempo para el estudio y la práctica de las artes. Los retratos de poetas y filósofos, y las figuras de las musas, aparte de función decorativa, podían evocar un estilo de vida dedicado a las artes y el interés de los propietarios por demostrar sus conocimientos intelectuales a sus invitados.
Musas. Villa de Moregine, Pompeya |
Los peristilos de los jardines domésticos más modestos podían convertirse en espacios más amplios recurriendo al uso de la pintura mural sobre sus pórticos en los que se representaban frondosas vegetaciones que mostraban frutos, árboles, flores, aves, fuentes y esculturas.
"Hay
también otro dormitorio, verde y sombreado por el plátano más próximo, adornado
con mármol hasta la altura del friso y un fresco, que no cede al encanto del
mármol, y que representa a unos pájaros posados sobre las ramas de un árbol." (Plinio, Epístolas, V, 6)
Casa del brazalete de oro. Pompeya |
El deseo de adornar la zona residencial y la tendencia de yuxtaponer distintos estilos sin preocuparse por la coherencia interna entre ellos provocaron que la pintura de jardines se extendiera mucho y que se cubrieran paredes enteras – incluso paredes exteriores o del recinto – con paisajes lejanos y exóticos, haciendo un gran uso de la imaginación.
Casa de la fuente pequeña. Pompeya |
Los romanos copiaron de los reyes helenísticos y orientales las pinturas en las que aparecían animales exóticos dibujados sobre los muros de sus jardines y pórticos, bien en escenas de caza, bien luchando unos con otros ferozmente o domesticados por la música de Orfeo.
Casa de la caza antigua. Pompeya. Foto Samuel López |
Las pinturas que muestran lugares sagrados, columnas, estatuas, templos rurales se llaman sacro-idílicas. Los hombres aparecen orando o haciendo sacrificios, lo que ilustra el hecho de que los edificios que aparecen sean santuarios dedicados a los dioses, probablemente, los que protegían las propiedades y fortuna del señor de la casa. La imagen de actividades cotidianas del mundo rural con escenas de pastoreo refuerza el carácter bucólico del conjunto.
"Observa
que hay un río, caudaloso y ondulante, fluyendo fuera de las marismas, por cuyo
puente cruzan pastores y cabreros. Si se te antoja alabar el trabajo del
artista por cómo ha representado a las cabras, brincando, altivas, o a las
ovejas, con su paso reposado, como si sus lanas fueran fardos pesados, o si
quisiéramos describir las siringas o los que las tocan, cómo soplan con los
labios suavemente posados; en este caso, lo que alabaremos de esta pintura es
poco y lo que concierne a la imitación, mientras que dejaremos sin alabanza la
sabiduría que contiene o la oportunidad de lo representado que es, a mi
entender, lo más importante del arte de la pintura." (Filostrato, Descripciones de
cuadros, I, 9 Marismas)
Villa de Agripa Póstumo, Boscotrescase. Museo metropolitan, Nueva York |
Escenas relativas al entorno doméstico y la vida cotidiana de los propietarios, como las representaciones de las lujosas villas costeras que poseían, también encontraron su lugar en la decoración parietal.
"Studius
fue el primero en introducir la atractiva moda de pintar las paredes con
villas, pórticos y jardines, bosques, colinas, estanques, canales y ríos -
cualquier cosa que uno pudiese desear, y en ellos representaciones de personas
paseando, navegando, viajando a sus villas a lomos de un pollino o en
carruajes, y además gente pescando, cazando, o vendimiando ... También fue él
quien introdujo la práctica de pintar ciudades costeras en terrazas abiertas,
produciendo un efecto encantador con mínimo gasto." (Plinio, Historia Natural, XXXV,
116)
Casa de Marco Lucrecio Fronto, Pompeya |
Pero muchas otras divinidades, con la función de Penates, aparecen también representadas en las pinturas de lararios, junto a los Lares y al Genius o en composiciones independientes: Apolo, Mercurio, Baco, Venus, Hércules, Vesta, Fortuna, o divinidades orientales como Isis.
Lararium con dioses lares y Vesta. Casa del Horno, Pompeya |
En el libro VI de la obra de Vitruvio se hace referencia a cómo los griegos más ricos y sofisticados enviaban a sus invitados regalos que contenían productos del campo para que se sintieran cómodos mientras se alojaban en los apartamentos que tenían a su disposición. También explica el motivo por el que los pintores llamaban a las pinturas que retrataban frutas, vegetales y aves de corral xenia, o regalos para los huéspedes. Los primeros cuadros de este tipo aparecieron en las viviendas romanas como pequeñas pinturas dentro de la partición arquitectónica de una pared, pero en las decoraciones posteriores al año 62 d. C., florecieron de un modo sin precedentes y se convirtieron en un motivo ampliamente utilizado.
"Si
te gustan los panes con levadura o los panecillos de ocho partes, están aquí
cerca, en el fondo de una cesta. Y si quieres pan sazonado con algo, también
tienes de ésos: tienen hinojo, perejil y semilla de amapola, que proporciona un
dulce sueño; si, por el contrario, deseas sentarte nuevamente a la mesa, manda
todo esto a los cocineros, pero mientras tanto ve comiendo lo que no necesita
cocinarse." (Filostrato,
Descripciones de cuadros, II, 26)
Museo Arqueológico de Nápoles. Foto Carlo Raso |
Amorini y Psychai, villa Arianna, Stabia |
La imagen de la docta puella, con una tableta encerada que sostiene en la mano izquierda, mientras se acerca el stilus a los labios, refleja el interés del pintor por manifestar el nivel cultural de la joven y su pertenencia a una familia culta y adinerada. Las fuentes literarias atestiguan que la adquisición de una cultura literaria o artística no afectaba a la reputación de las mujeres, y, si se conseguía, era motivo de reconocimiento social.
"Herenio
Severo, hombre muy erudito, tiene grandes deseos de colgar en su biblioteca
unos retratos de tus conciudadanos Cornelio Nepote y Tito Cacio y me ha pedido
que, si hay alguno ahí en vuestra localidad, como es muy probable, que le
encargue copias pintadas… Te pido, pues, que encuentres un pintor lo mejor
posible. Pues, si es muy difícil lograr del modelo una semejanza ideal, aún
resulta mucho más penoso hacer un retrato de otro retrato. Te ruego que no
permitas al artista que hayas seleccionado que se aparte del original, ni
siquiera para embellecerlo. Adiós." (Plinio,
Epístolas, IV, 28)
Retrato de los propietarios. Casa de Terencio Neo, Pompeya. Museo Arqueológico de Nápoles. Foto Samuel López |
Bibliografía
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https://www.academia.edu/23420115/Fallax_Imago_Ovids_Narcissus_and_the_seduction_of_mimesis_in_Roman_wall_painting; Fallax Imago: Ovid's Narcissus and the seduction of mimesis in Roman wall painting; Hérica Valladares
https://www.academia.edu/17510516/Greek_Masterpieces_and_Roman_Recreative_Fictions; Greek Masterpieces and Roman Recreative Fictions; Bettina Bergmann
https://www.academia.edu/11494621/Why_are_mythological_scenes_so_common_in_Roman_domestic_wall_painting; Why are mythological scenes so common in Roman domestic wall painting?; Marie Julian
https://ojs.utlib.ee/index.php/bjah/article/view/814; Myths of Pompeii: reality and legacy; Anne Lill
https://www.academia.edu/9303057/Ovidian_Myths_on_Pompeian_Walls#:~:text=Ovidian%20Myths%20on%20Pompeian%20Walls%2047%20An%20Ovidian%20Garden%20Suite,more%20private%20spacesof%20their%20townhomes; Ovidian Myths on Pompeian Walls; Peter E. Knox
https://www.rug.nl/research/portal/files/14655722/landscape.pdf; Landscape in romano-campanian mural painting; W.J.T. Peters
https://essexmyth.files.wordpress.com/2018/05/bergmann-1992.pdf; Exploring the Grove: Pastoral Space on Roman Walls; Bettina Bergmann
POMPEII, ITS LIFE AND ART; AUGUST MAU; MacMillan, 1902
Magnífico blog
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